30 nov 2016

Qué lástima - León Felipe




¡Qué lástima
que yo no pueda cantar a la usanza
de este tiempo lo mismo que los poetas de hoy cantan!
¡Qué lástima
que yo no pueda entonar con una voz engolada
esas brillantes romanzas
a las glorias de la patria!
¡Qué lástima
que yo no tenga una patria!

Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasa
desde una tierra a otra tierra, desde una raza
a otra raza,
como pasan
esas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.
¡Qué lástima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
Debí nacer en la entraña
de la estepa castellana
y fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;
pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,
y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.

Después... después ya no he vuelto a echar el ancla,
y ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para poder cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.
¡Qué lástima
que yo no tenga una casa!
Una casa solariega y blasonada,
una casa
en que guardara,
a más de otras cosas raras,
un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada
y el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla.
¡Qué lástima
que yo no tenga un abuelo que ganara
una batalla,
retratado con una mano cruzada
en el pecho, y la otra en el puño de la espada!
Y, ¡qué lástima
que yo no tenga siquiera una espada!

Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?
¡Qué voy a cantar si soy un paria
que apenas tiene una capa!

Sin embargo...
en esta tierra de España
y en un pueblo de la Alcarria
hay una casa
en la que estoy de posada
y donde tengo, prestadas,
una mesa de pino y una silla de paja.
Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se halla
en una sala
muy amplia
y muy blanca
que está en la parte más baja
y más fresca de la casa.

Tiene una luz muy clara
esta sala
tan amplia
y tan blanca...
Una luz muy clara
que entra por una ventana
que da a una calle muy ancha.
Y a la luz de esta ventana
vengo todas las mañanas.
Aquí me siento sobre mi silla de paja
y venzo las horas largas
leyendo en mi libro y viendo cómo pasa
la gente a través de la ventana.
Cosas de poca importancia
parecen un libro y el cristal de una ventana
en un pueblo de la Alcarria,
y, sin embargo, le basta
para sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.

Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasa
cuando pasan
ese pastor que va detrás de las cabras
con una enorme cayada,
esa mujer agobiada
con una carga
de leña en la espalda,
esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,
y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.
¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventana
siempre y se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.


¡Qué gracia
tiene su cara
en el cristal aplastada
con la barbilla sumida y la naricilla chata!
Yo me río mucho mirándola
y la digo que es una niña muy guapa...
Ella entonces me llama
¡tonto!, y se marcha.
¡Pobre niña! Ya no pasa
por esta calle tan ancha
caminando hacia la escuela de muy mala gana,
ni se para
en mi ventana,
ni se queda a los cristales pegada
como si fuera una estampa.
Que un día se puso mala,
muy mala,
y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,
por esta calle tan ancha,
al través de la ventana,
vi cómo se la llevaban
en una caja
muy blanca...
En una caja
muy blanca
que tenía un cristalito en la tapa.
Por aquel cristal se la veía la cara
lo mismo que cuando estaba
pegadita al cristal de mi ventana...
Al cristal de esta ventana
que ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella caja
tan blanca.
Todo el ritmo de la vida pasa
por este cristal de mi ventana...
¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!



Ya no hay locos - León Felipe





Pero ya no hay locos
Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos. Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del desierto y ... ni en España hay locos.
Todo el mundo está cuerdo, terrible, monstruosamente cuerdo.
Oíd ... esto,
historiadores ... filósofos ... loqueros ...
Franco ... el sapo iscariote y ladrón en la silla del juez repartiendo castigos y premios,
en nombre de Cristo, con la efigie de Cristo prendida del pecho,
y el hombre aquí, de pie, firme, erguido, sereno,
con el pulso normal, con la lengua en silencio,
los ojos en sus cuencas y en su lugar los huesos ...
El sapo iscariote y ladrón repartiendo castigos y premios ...
y yo, callado, aquí, callado, impasible, cuerdo ...
¡cuerdo!, sin que se me quiebre el mecanismo del cerebro.

¿Cuándo se pierde el juicio? (yo pregunto, loqueros).
¿Cuándo enloquece el hombre? ¿Cuándo, cuándo es cuando se enuncian los conceptos
absurdos y blasfemos
y se hacen unos gestos sin sentido, monstruosos y obscenos?
¿Cuándo es cuando se dice por ejemplo:
No es verdad. Dios no ha puesto
al hombre aquí, en la Tierra, bajo la luz y la ley del universo;
el hombre es un insecto
que vive en las partes pestilentes y rojas del mono y del camello?
¿Cuándo si no es ahora (yo pregunto, loqueros),
cuándo es cuando se paran los ojos y se quedan abiertos, inmensamente abiertos,
sin que puedan cerrarlos ni la llama ni el viento?
¿Cuándo es cuando se cambian las funciones del alma y los resortes del cuerpo
y en vez de llanto no hay más que risa y baba en nuestro gesto?

Si no es ahora, ahora que la justicia vale menos, infinitamente menos
que el orín de los perros;
si no es ahora, ahora que la justicia tiene menos, infinitamente menos
categoría que el estiércol;
si no es ahora ... ¿cuándo se pierde el juicio?
Respondedme loqueros,
¿cuándo se quiebra y salta roto en mil pedazos el mecanismo del cerebro?
Ya no hay locos, amigos, ya no hay locos. Se murió aquel manchego,
aquel estrafalario fantasma del desierto
y ... ¡Ni en España hay locos! ¡Todo el mundo está cuerdo,
terrible, monstruosamente cuerdo! ...
¡Qué bien marcha el reloj! ¡Qué bien marcha el cerebro!
Este reloj ..., este cerebro, tic-tac, tic-tac, tic-tac, es un reloj perfecto ...,
perfecto, ¡perfecto!

19 nov 2016

Nacidos para esto - Charles Bukowski



nacidos así
para esto
sonríen las caras dibujadas con tiza
se ríe la Sra. Muerte
los ascensores se averían
los escenarios políticos se disuelven
el mozo del supermercado recibe un título universitario
los peces oleosos escupen sus oleosas presas
el sol se esconde tras una máscara

nacemos
así
para esto para estas guerras cuidadosamente insensatas
para contemplar las ventanas rotas de la fábrica de la vaciedad
para los bares donde la gente ya no se habla
para las peleas a puñetazos que acaban en tiroteos y cuchilladas
nacidos para esto
para hospitales tan caros que resulta más barato morirse
para abogados que cobran tanto que resulta más barato declararse culpable
para un país donde las cárceles están llenas y los manicomios cerrados
para un lugar donde las masas elevan a los imbéciles a la categoría de héroes y millonarios

nacidos para esto
andando y viviendo en esto
muriendo por esto
enmudecidos por esto
castrados
viciosos
desheredados
por esto
engañados por esto
usados por esto
meados por esto
enloquecidos y enfermados por esto
convertidos en violentos
en inhumanos
por esto



el corazón se ennegrece
los dedos se dirigen al cuello
al arma
al cuchillo
a la bomba
los dedos imploran a un dios que no responde

los dedos se dirigen a la botella
a la pastilla
al polvo

nacemos a esta lastimosa devastación
nacemos bajo un gobierno que lleva endeudado 60 años
y que pronto no podrá ni siquiera pagar el interés de esa deuda
y los bancos arderán
el dinero no servirá para nada
se producirán asesinatos por la calle, a la vista de todos, que
quedarán impunes
habrá armas y revueltas por todas partes
la tierra no servirá para nada
disminuirá la producción de alimentos
el control del poder nuclear estará en muchas manos
las explosiones sacudirán sin cesar la Tierra
hombres robot afectados por las radiaciones se acecharán unos a otros
los ricos y los elegidos lo observarán todo desde plataformas espaciales
el Infierno de Dante parecerá un juego de niños comparado con esto
no se verá el sol y siempre será de noche
los árboles se morirán
desaparecerá la vegetación
hombres afectados por las radiaciones devorarán la carne de otros
hombres afectados por las radiaciones
el mar estará contaminado
los lagos y ríos se volatilizarán
la lluvia será el nuevo oro

un viento oscuro esparcirá el hedor de los cuerpos putrefactos de hombres y animales

nuevas y horribles enfermedades asediarán a los últimos y escasos supervivientes
y las plataformas espaciales desaparecerán por consunción
por el agotamiento de las provisiones
por efecto de la decadencia general

y entonces reinará el silencio más hermoso que

se haya oído nunca.

con el sol todavía oculto

a la espera del siguiente capítulo.














15 nov 2016

No podemos...



“No podemos vivir eternamente rodeados de muertos y de muerte, y si todavía quedan prejuicios hay que destruirlos... No podemos encerrarnos cobardemente en un texto, un libro, una revista de los que ya nunca más saldremos, sino al contrario, salir fuera para sacudir,  para atacar... ¿Si no, para qué sirve?

Antonin Artaud

17 oct 2016

Celia - poema de Fernando Valverde


                                                               A Celia, nacida hoy



No conoces la lluvia ni los árboles,

pero ya eres un bosque.



Hoy que comienza el mundo para ti,

que se pueblan tus ojos con el mar,

que todos te reciben como en una estación

donde se espera siempre,

que es principio y asombro,

mapas que no aseguran un lugar donde ir.



Hoy que el mundo comienza,

tristeza inadvertida,

eres el tiempo limpio,

el olor a madera y el silencio,

las preguntas sin sombras

y el amor sin orgullo

del que ha perdido todo.



Es esa mi certeza,

las olas, el océano,

tu risa que es un pájaro.



Has traído el murmullo de un recuerdo,

los pies pequeños, como pequeño

es el rastro de nieve que has dejado

en las horas de enero.



Cómo será la vida cuando crezca en tus manos

con la fragilidad de las buenas noticias,

como un pez que se escurre para volver al río.



Una tarde cualquiera,

con la misma sorpresa que un amor,

vas a sentir la brisa que ha tocado los árboles

con su cansancio antiguo.



Hay veces que es rugosa y escuece como un fósforo

cuando enciende un recuerdo…



Tus manos brillan,

no hay sombras ni puñales,

puedo ver los cometas

arañando la noche

como un barco que zarpa y se adentra en la niebla.



La vida es una casa donde habita un extraño,

un jardín del pasado al que no volverás,

una orilla que buscas con miedo a los fantasmas.

Pero también la vida

es una luz detrás de una ventana

cuando la oscuridad

ocupa cada hueco y cada continente.



Esta noche es oscura,

el tren busca unos brazos

que están al otro lado de las horas.



Mientras, pienso en el modo de decirte

que los sueños son parte de nosotros

como un embarcadero es un viaje.



Porque ya eres un bosque,

y hay delfines, y lagos, y montañas,

y amores imposibles

que se llamarán Celia.



Alguien dice tu nombre en el futuro

y se llena de gente una casa vacía,

todos se sientan a la mesa.

Ya lo habrás olvidado,

fue la felicidad quien sembró este dolor,

fue la felicidad igual que una tormenta

sobre un vaso vacío.



Cuando lleguen el miedo y la desesperanza,

y todas las cerezas hayan caído al barro,

y las gaviotas griten

el olvido imposible de una mujer herida

que siente que avanzar es quedarse más sola…



Si todo esto sucede

recuerda la manera en que la lluvia

se convierte en un árbol

y el modo en que las olas

son el final del agua y el principio del mar.



No conoces el mar, ni el barro, ni los árboles,

pero ya eres un bosque por el que pasa un río.



(De La insistencia del daño, 2014)


28 sept 2016

Heriotzaren begiak






Etorriko da zure soaz heriotza
gor, logabe, alhadura zaharren gisa,
goiznabarretik gauera alboan dugun
ohidura zentzugabe bat bailitzan.

Zure begiak alferrikako hitza izanik
garraisi mutu, isiltasun oro isil,
goiz bakoitzean aurkitzen dituzu adi
ispilura begiratuz, ilun, hurbil.

Jakinen dugu egun hartan, oh
itxaropen!
bizitza zarela eta ezereza,
guziontzat du heriotzak soa zorrotz
bakar, mutu, leizera jetsiko gera.

Urratuko da ezpain hertsien keinua,
aurpegi arrotza leihoaren ondoan,
usadioen guneak desitxuratuz
biluztasuna nagusitzen denean.

Zure begiak argi grisaren errainu,
mendi ilunen goizorduko izotza,
esnatzearen dardara eta ikara
kale hutsetik hurbiltzen zarenean.

Jakinen dugu egun hartan, oh
itxaropen!
bizitza zarela eta ezereza,
gizontzat du heriotzak soa zorrotz
bakar, mutu, leizera jetsiko gera."

25 ago 2016

Nuestra única morada - Loam



Nada escapa a la infinita hemorragia por la que el mundo se derrama hacia la memoria de la noche. Sosiego que alumbra una galopante intensidad incendiada por el crepúsculo. Brota incontenible una dimensión que el corazón –ese potro ingenuo e indomable– se empeña en traducir inútilmente en palabras: es la herida, nuestro único camino, nuestra única morada. 
Instante en el que nada huye, colmado de inaprensibles certezas. Salmodia la sangre infinitos círculos de ausencia, mientras sigo navegando como siempre navegué: perdido en el lejano latido de su eco. 





22 ago 2016

p e s a d i l l a

luis auserón



.........................................

















........................................................

7 ago 2016

SilenciO




Pero hay un silencio en todo objeto que no detecta, que no puede detectar el oído. Un silencio que los envuelve en medio del estruendo. Un silencio hermético y definitivo, tal vez cerrado desde siempre al sonido y la palabra.

Loam

29 jun 2016

¡ Me cago en su Excelencia ! - Suburbano





¡Gracias Mareva! ¡Salud!

ME CAGO EN SU EXCELENCIA

Ha de saber su Excelencia
Que la cosa anda jodida
Que el hambre no da guarida
Y se acaba la paciencia.
Ante esta triste evidencia
Reniego del vasallaje
Y me lanzo al abordaje
Cagandome en su Excelencia.

En su Excelencia y de paso
Me cago en su beneficio
En su carácter fenicio
Y en el vino de su vaso.
En el juez y en su justicia
Por no ser ciega ni tuerta
Y dejar la puerta abierta
Al poder y su avaricia.

Y siguiendo el desacato
Me cisco en la Bula Santa
Porque con la muerte achanta
Al que no come en su plato
Que si malvado es Usía
Mas malo es quien le bendijo
Dándole casa y cobijo
Dentro de su sacristía.

Y también hay para el Rey
De este imperio sacro santo
Por ser el Rey del espanto
Aunque piense como un buey.
Si es mas cruel nace garrote
Si mas falso, relicario
Si mas avaro, vicario
Si mas Rey, tonto del bote.

Repartida la inmundicia
Entre Reyes de retrete
Ratas de toga y bonete
Y ladrones con franquicia,
Hoy apelo a mi conciencia
Y termino mi diatriba
Como empecé mas arriba
Cagándome en su Excelencia...



24 jun 2016

Once in a Lifetime








Lueve todo el tiempo...





Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. 

Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

Julio Cortazar

20 jun 2016

Hay una hondonada con un nido de bestias blancas.







En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza.

Hay un reloj que no suena.

Hay una hondonada con un nido de bestias blancas.

Hay una catedral que desciende y un lago que sube.

Hay un pequeño carruaje abandonado en la espesura que baja corriendo por el sendero, lleno de cintas.

Hay una banda de cómicos en trajes de teatro, percibidos en el camino a través de los confines del bosque.

Hay, en fin, cuando uno tiene hambre y sed, alguien que os expulsa.


Arthur Rimbaud


15 jun 2016

QUIERO - Loam



Quiero que el paro crezca hasta alcanzar de una puñetera vez el 100% de la población (ahí os quiero ver, explotadores).
Que el índice Nikkei sea el dedo del trabajador nipón señalando la salida definitiva de la fábrica.
Quiero que el capital no sea la capital del mundo nunca más.
Que las voraces Bolsas se vacíen, que se colmen las de los desheredados y que los parquets se conviertan en parques.
Que el Mercado Bursátil se derrumbe y el de abastos vuelva a ser cotidiana celebración del alimento compartido.
Quiero que todos los días sean fiesta de no guardar nada.
Quiero que el tiránico hormigón sea vencido por una bandada de pompas de jabón.
Quiero que se fundan alambradas, llaves y cajas fuertes en la fragua de los puentes.
Que las cifras se rindan incondicionalmente a la necesidad y que devuelvan al hambre su pan y al pan su miga.
Quiero que el suelo devore las alfombras y los caracoles las escaleras.
Quiero al pueblo presente, sin representantes.
Quiero que la vida ascienda por su propia savia y que las coronas caigan por su propio peso.
Quiero que la agujereada tierra devuelva sus heridas a los bombarderos y a los acorazados.
Quiero que la altura de miras no sea un mirar desde la altura.
Quiero que la necesidad, la urgencia y la poesía no sean meras palabras.

12 jun 2016

Lauro de Bosis, Ícaro antifascista.




En 1930 Lauro de Bosis [poeta] funda en Italia la Alianza Nacional, una organización clandestina que distribuía propaganda anti fascista. Era el fruto de su fervorosa adhesión a la libertad de expresión, que lo llevó a anteponer lo político a la poesía y al deseo amoroso, y a unirlo todo en un solo acto. Cuando en diciembre de ese año dos de sus principales colaboradores fueron detenidos y condenados a quince años de prisión, decidió enfrentarse personalmente a la dictadura.

Secretamente se instaló en Marsella.  El 3 de octubre de 1931, con unas pocas horas de experiencia como piloto, partió de esa ciudad rumbo a Italia en un avión Klemm L25. Llevaba consigo dos textos de su autoría reproducidos en cientos de miles de volantes donde atacaba al gobierno de Benito Mussolini.

Después de exponer sus razones para detestar a Mussolini (“El Fascismo sólo existe por sus excesos; sus excesos son su lógica”), relata cuál va a ser su acción de guerra: lanzar sobre el cielo de Roma panfletos exhortando al pueblo a despertar del ensueño totalitario. Acaba su testamento heroico con una justificación: “Tal y como uno arroja pan sobre un pueblo hambriento, sobre Roma debe arrojar libros de Historia”.

Hacia las ocho de la noche sobrevoló Roma. Volaba tan bajo que pareció ascender por la Escalinata de Piazza Spagna, recuerdan algunos testigos. Los volantes cubrieron plazas y cafés de la capital italiana y hasta un cine al aire libre. Minutos después huía rumbo al Mar Tirreno perseguido por cuatro aviones cazas de la Fuerza Aérea Italiana. Su pequeño aeroplano de madera jamás fue hallado.

Contar la visión de su propia muerte y luego seguir al pie de la letra lo escrito, no fue en él más que un correlato del mito de Ícaro que, como una obsesión, lo acicateara durante su corta vida. Había creado el guión y lo representó con plena frialdad. Creyó ingenuamente que con su martirio y sus textos bastarían para que el fascismo se desmoronara. Su fe en el poder de la palabra fue tan absoluta como ciega, su idealismo tan puro y desmesurado como suicida.

Historia de mi muerte (fragmento) Mañana a las tres, sobre un Prado de la Costa Azul, tengo una cita con Pegaso. Pegaso –es el nombre de mi avión- tiene el lomo rojo y las alas blancas, y aunque tiene la fuerza de ochenta caballos es esbelto como una golondrina. Se emborracha con gasolina y brinca en los cielos como su hermano de antaño, pero, si quiere puede deslizarse en el aire de la noche como un fantasma (…) (Con él) iremos a Roma para propagar al aire libre esas palabras de libertad que, desde hace siete años, están prohibidas como un crimen. Y con razón, porque si se permitieran conmoverían a la tiranía fascista en pocas horas. Todos los regímenes de la tierra, hasta el afgano y el turco, pueden permitir a sus súbditos un poco de libertad: solo el fascismo, para defenderse, está obligado a aniquilar el pensamiento. No se le puede reprochar que castigue la fe en la libertad y la fidelidad a la Constitución italiana más severamente que el parricidio: es su única posibilidad de subsistir (…)  Mi muerte sólo podrá aumentar el éxito de mi vuelo. Como todos los peligros están al regreso, nada podrá ocurrir sino después que haya enviado mis 400.000 cartas, que de ese modo estarán mejor recomendadas! (…) Después de haber volado a 4.000 metros la isla de Córcega y la de Montecristo, llegaré a Roma hacia las ocho, después de haber hecho en vuelo planeado los últimos veinte quilómetros. Aunque hasta ahora no hice más que siete horas y media de vuelo, si caigo no será por un error de pilotaje. Mi avión no hace más que 150 quilómetros por hora y los de Mussolini hacen 300. Y hay novecientos que recibieron la orden de abatir cueste lo que cueste con su ametralladora a cualquier avión sospechoso. Tanto mejor: valdré más muerto que vivo. 
Lauro de Bosis

http://letras-uruguay.espaciolatino.com/alzugarat/lauro_de_bosis.htm

5 jun 2016

Chicho Sánchez Ferlosio - Son para turistas (Nicolás Guillén)







Son para turistas

No me paguen porque cante 

lo que nos les cantaré; 
ahora tendrán que escucharme 
todo lo que antes callé. 

¿Quién los llamó? Gasten su plata, 
beban su alcohol, cómprense un güiro, 
pero a mí no, pero a mí no, pero a mí no.

Todos estos yanquis rojos 
son hijos de un camarón, 
y los parió una botella, 
una botella de ron. 

¿Quién los llamó? Ustedes viven, 
me muero yo, comen y beben, 
pero yo no, pero yo no, pero yo no.

Aunque soy un pobre negro, 
sé que el mundo no anda bien; 
¡ay, yo conozco a un mecánico 
que lo puede componer! 

¿Quién los llamó?  Cuando regresen a Nueva York, 
mándenme pobres como soy yo, 
como soy yo, como soy yo.

A ellos les daré la mano, 
y con ellos cantaré, 
porque el canto que ellos saben 
es el mismo que yo sé.


Cupidon s'en fout






3 jun 2016

Ni el retrato de un abuelo que ganara una batalla




Ante la amenaza de inundaciones, personal del museo de El Louvre
se dispone para poner a salvo las obras que éste alberga.



¡Qué lástima
que no pudiendo cantar otras hazañas,
porque no tengo una patria,
ni una tierra provinciana,
ni una casa
solariega y blasonada,
ni el retrato de un mi abuelo que ganara
una batalla,
ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,
y soy un paria
que apenas tiene una capa...
venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

León Felipe



Refugiados sirios huyendo de la guerra a punto de ahogarse




2 jun 2016

Alguien que desde lejos - Carmen Blázquez




Alguien que desde lejos 
se parece a mí

cuando me acerco 
se parece a ti

Está sacando agua de un pozo
y me la ofrece

Entonces siento la sed






1 jun 2016

Inercia - Tobías Campos Fernández















Qué difícil alojarse
en el aire real,
en la palabra colmando
su cuerpo de sentido.

Sólo estamos
en el listado de los días,
en la ecuación anónima
del mantel y los cubiertos.

Sólo somos la inercia
de algo que alguien lanza,
el dictado, la secuencia sin excepción,
las hélices sin fin del pentagrama.

Qué difícil
asistir al paraíso
de las manos llenas
de todo cuanto cruza
el cielo de su tacto.


30 may 2016

The Old Man's Tale - Ronnie Drew

 Ronnie Drew

The Old Man's Tale

 At the turning of the century I was a boy of five
 Me father went to fight the Boers and never came back alive.
 Me mother was left to bring us up, no charity she'd seek,
 So she washed and scrubbed and scrapped along on seven and six a week.

 When I was twelve I left the school and went to find a job
 I took the royal shilling and went off to do my bit,
 I lived on mud and tears and blood, three years or thereabouts
 Then I copped some gas in flanders and got invalided out.

 Well when the war was over and we'd settled with the Hun,
 We got back into civvies and we thought the fighting done,
 We'd won the right to live in peace but we didn't have such luck,
 For we found we had to fight for the right to go to work

 In '26 the General Strike found me out in the streets,
 Although I'd a wife and kids by then and their needs I had to meet,
 For a brave new world was coming and I taught them wrong from right,
 But Hitler was the lad who came and taught them how to fight.

 My daughter was a landgirl, she got married to a Yank
 And they gave my son a gong for stopping one of Rommel's tanks.
 He was wounded just before the end and he convalesced in Rome
 He married an Eyetie nurse and never bothered to come home.

 My daughter writes me once a month, a cheerful little note
 About their colour telly and the other things they've got.
 She's got a son, a likely lad; he's nearly twenty-one
 And she tells me now they've called him up to fight in Vietnam.

 We're living on the pension now, it doesn't go too far
 Not much to show for a life that seems like one long bloody war.
 When you think of all the wasted lives it makes you want to cry
 I'm not sure how to change things, but by Christ we'll have to try.

The Fiddle Case live in Doolin with friends

27 may 2016

Rendijas las palabras - Conrado Santamaría

Se nos dice va y viene
el viento desde siempre ay enredando
las nubes los mercados
de su peso que caen
como manzanas
y se alzan se nos dice
los córneos armadillos consejeros
de natural necrófagos y el ciclo
de la lucha se nos dice por la vida
los muertos tan motores de la historia
entre ruinas de un muro de un cortijo
confuso se nos dice la paciencia
y no hay otra baraja
ni más vueltas
se nos dice no hay tutía
                                          y nosotros decimos
el viento desde dentro desde siempre
ay enredando nubes
manzanas y armadillos
muñecos y ventrílocuos decimos
el mismo mandamiento y a la espera
del milagro decimos del esclavo
en el solar en venta insostenible
con miedo en la garganta
y obedientes decimos consumada
la condición humana
tal y como
si no hubiera hendiduras
si no hubiera rendijas las palabras
los hallazgos
si no hubiera un adentro más adentro
con una voz distinta más genuina.

Poema extraído del libro De vivos es nuestro juego (Ruleta Rusa Ediciones, 2015)


14 may 2016

En la misma oscuridad ficticia




Imaginado inventor imaginándolo todo para hacerse compañía. En la misma obscuridad ficticia que sus ficciones. En qué postura y si en la misma o no que el oyente, aún no imaginado definitivamente. ¿No es bastante uno inmóvil? ¿Por qué duplicar ese factor concreto de consuelo? Entonces, que se mueva. Sin exageración. A gatas. Un gatear moderado, con el torso bien separado del suelo y los ojos mirando al frente vigilantes. Si eso no es mejor que nada, anularlo. De ser posible. Y en el vacío recuperado, otro movimiento. O ninguno. Con lo que sólo quedará por imaginar la posición más útil. Pero, por seguir adelante, que gatee. Gatee y caiga. Vuelva a gatear y vuelva a caer. En la misma obscuridad ficticia que sus ficciones.

Samuel Beckett (de su libro Compañía)


8 may 2016

El barzón - Amparo Ochoa



Esas tierras del rincón
Las sembré con un buey pando,
Se me reventó el barzón
Y sigue la yunta andando

Cuando llegué a media tierra
El arado iba enterrado
Se enterró hasta la telera
El timón se deshojó
El yugo se iba pandeando
El barzón iba rozando
El sembrador me iba hablando
Yo le dije al sembrador
No me hable cuando ande arando

Se me reventó el barzón
Y sigue la yunta andando
Cuando acabé de piscar
Vino el rico y lo partió
Todo mi maíz se llevó
Ni pa'comer me dejó
Me presentó aquí la cuenta
Aquí debes veinte pesos
De la renta de unos bueyes
Cinco pesos de magueyes
Una nega tres cuartillos
De frijol que te prestamos
Una nega tres cuartillos
De maíz que te habilitamos
Cinco pesos de unas fundas
Siete pesos de cigarros
Seis pesos no se de que
Pero todo está en la cuenta
Además de los veinte reales
Que sacaste de la tienda
Con todo el maíz que te toca
No le pagas a la tienda
Pero cuentas con mi tierra
Para seguirla sembrando

Ahora vete a trabajar
Pa' que sigas abonando
No'más me quedé pensando
Sacudiendo mi cobija
Haciendo un cigarro de hoja
Que patrón tan sinvergüenza
Todo mi maíz se llevó
Para su maldita troje.

Se me reventó el barzón
Y sigue la yunta andando...

Cuando llegué a mi casita
Me decía mi prenda amada
¿'ontá el maíz que te toca?
Le respondí yo muy triste:
El patrón se lo llevó
Por lo que debía en la hacienda
Pero me dijo el patrón
Que contara con la tienda


Ahora voy a trabajar
Para seguirle abonando
Veinte pesos diez centavos
Unos que salgo restando
Me decía mi prenda amada:
Ya no trabes con ese hombre
No'más nos 'ta robando
Anda al salón de sesiones
Que te lleve mi compadre
Y no le hagas caso al padre
El y sus excomuniones
¿que no ves a tu familia
Que ya no tiene calzones?
Ni yo tengo ya faldilla
Ni tu tienes pantalones
No'más me quedé pensando
¿por qué dejé a mi patrón?
Me decía mi prenda amada
Que vaya el patrón al cuerno
Como estuviéramos de hambre
Si te has seguido creyendo
De lo que te decía el cura
De las penas del infierno
¡viva la revolución!
¡muera el supremo gobierno!
Se me reventó el barzón
Y siempre seguí sembrando.

6 may 2016

¡Qué afortunado el hombre que no la posee! - Bertold Brecht



¡Qué afortunado el hombre que no la posee! - Bertold Brecht

Ya visteis al sagaz Salomón
y sabéis lo que fue de él.
Lo complejo le parecía sencillo.
Maldijo la hora que lo hizo nacer
y vio que todo era en vano.
¡Cuán grande y sabio fue Salomón!
Sin embargo, el mundo no tardó
en sacar su conclusión:
fue la sabiduría lo que lo llevó a ese estado.
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!

Visteis después al valeroso César
y sabéis lo que fue de él.
Lo deificaron en vida
pero, aún así, lo asesinaron.
Y cuando alzaban el fatal puñal,
exclamó, bien alto: "¡tú también, hijo!"
Sin embargo, el mundo no tardó
en sacar su conclusión:
fue la valentía lo que lo llevó a ese estado.
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!

Habéis oído hablar del honrado Sócrates,
el hombre que jamás mentía.
Pero no fueron tan agradecidos como cabría pensar.
En vez de eso, los gobernantes lo hicieron juzgar
y le entregaron la bebida emponzoñada.
¡Qué honrado era el noble hijo del pueblo!
Sin embargo, el mundo no tardó
en sacar su conclusión:
fue la honradez lo que lo llevó a ese estado.
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!
¡Qué afortunado el hombre que no la posee!

Aquí veis a unas personas respetables
que se atienen a las leyes de Dios,
quien, de momento, no se da por enterado.
Los que estáis sentados calentitos y seguros en casa
ayudadnos a aliviar nuestra amarga necesidad.
¡Con lo virtuosamente que comenzamos!
Sin embargo, el mundo no tardó
en sacar su conclusión:
fue el temor de Dios lo que nos sumió en este estado.
¡Qué afortunado el hombre que no lo posee!
¡Qué afortunado el hombre que no lo posee!

5 may 2016

...fue su caminar...




...su manera de caminar.


No importa, ellos hacen...



No necesita razonar, sólo sufrir, 
siempre del mismo modo, 
nunca menos, nunca más,
sin esperanza de tregua,
sin esperanza de consumirse,
es sencillísimo.
No hace falta razonar para no esperar.
Venga pues la monotonía, es más estimulante.
Pero ¿cómo asegurarla?
No importa, ellos hacen...

Samuel Beckett












1 may 2016

LA MOSCA - Samuel Beckett





Entre la escena y yo el cristal vacío salvo ella

vientre a tierra ceñida por sus negras tripas

antenas locas alas enredadas

patas curvas boca succionando en el vacío

golpeando en el azul estrellándose contra lo invisible

impotente bajo mi pulgar

trastorna al mar y al cielo serenos


22 abr 2016

La maldicion del malinche - Amparo Ochoa



La Maldición Malinche

Del mar los vieron llegar 
mis hermanos emplumados 
eran los hombres barbados 
de la profecía esperada 

Se oyó la voz del monarca 
de que el dios había llegado 
y les abrimos las puertas 
por temor a lo ignorado 

Iban montados en bestias 
como demonios del mal 
iban con fuego en las manos 
y cubiertos de metal 

Solo el valor de unos cuantos 
les opuso resistencia 
y al mirar correr la sangre 
se llenaron de vergüenza 

Porque los dioses ni comen 
ni gozan con lo robado 
y cuando nos dimos cuenta 
ya todo estaba acabado 

En ese error entregamos 
la grandeza del pasado 
y en ese error nos quedamos 
300 años esclavos 

Se nos quedo el maleficio 
de brindar al extranjero 
nuestra fe nuestra cultura 
nuestro pan nuestro dinero

Hoy les seguimos cambiando 
oro por cuentas de vidrios 
y damos nuestra riquezas 
por sus espejos con brillos 

Hoy en pleno siglo 20 
nos siguen llegando rubios 
y les abrimos la casa 
y los llamamos amigos 

Pero si llega cansado 
un indio de andar la sierra 
lo humillamos y lo vemos 
como extraño por su tierra 

hipócrita que te muestras 
humilde ante el extranjero 
pero te vuelves soberbio 
con tus hermanos del pueblo 

oh maldición de malinche 
enfermedad del presente 
cuando dejaras mi tierra 
cuando harás libre a mi gente